viernes, mayo 04, 2007






Alguien a quien admiro como escritor y como persona por lo que conozco me preguntó una vez que de qué huía, y me dijo que huyo de mí misma y que me busque, y que cuando me encuentre descubriré que en mi pellejo es el mejor lugar en el que puedo estar, y yo desde entonces no he parado de huir, no se si huyo de mí o sólo de los demás, lo único que se es que me encuentro prisionera de situaciones que no me gustan y que me a veces me falta el aire, y que cada vez estoy más furiosa, y me prometo a mí misma pensar en mí y ocuparme de mí, pero los demás siguen sin dejarme, y a lo mejor yo tampoco me dejo, porque los demás se hunden más y más y yo no puedo dejarles, aunque eso suponga destruirme yo y hundirme con ellos. Si esto fuera un barco que naufraga supongo que no saltaría o si lo hiciera sería en el último momento, y a lo mejor ya no servía de algo.
Hago planes de cambiar y me deshago de objetos, tiro objetos que me anclan al pasado, dejo de ver a gente y cada vez me encierro más en mí misma porque no me apetece hablar de lo que me preocupa, pero eso no sirve, pero siento que tiran de mí con demasiada fuerza en dirección contraria a la que yo quiero ir y supongo que núnca he sido valiente, ni fuerte. Ya no quiero ser escritora para cambiar el mundo porque se que ni siquiera puedo cambiar lo cercano y eso duele, duele sentirse impotente y prisionera. Duele ser tan jóven pero no sentirlo y sonreir cuando lo que te apetece es mandarlo todo a la mierda y largarte, duele acumular fracasos uno tras otro, y duele que los demás se apoyen en tí y darte cuenta de que cada vez hacen todo peor y que así te mantienen presa.
Y lo peor de todo es que voy acumulando resentimiento y frustración y rabia y se que ese no es el camino, pero no se cuál es. Cada vez pienso más que el amor es como una puta maldición, que los demás usan como un arma arrojadiza para tenerte ahí, y hacerte sentirte culpable si no estás y cada vez deseo ser más distinta de lo que me enseñan y más saturada estoy.
Por si eso fuera poco sigo buscando una salida, un príncipe que me rescate de esto, porque yo sóla no puedo, y me sigo fijando en gente que no me conviene, que yo creo que son distintos pero no lo son, en leopardos e intento que pierdan sus manchas por mí, pero como alguien dice los leopardos núnca pierden sus manchas. Y estoy tan confusa que no se si lo que busco es la felicidad y escapar o que me destruyan del todo o destruirme yo para por lo menos sentir algo distinto, que no sea lo mismo de siempre, que me ayude a escapar.